Susurra la noche

de Silvia Acevedo

¿Cuántas verdades caben en la penumbra antes de que la luz se atreva a delatarlas?

Susurra la noche es un libro de umbrales: cada cuento se erige en ese filo donde el sueño se confunde con la vigilia y la cordura con el estremecimiento. El motivo es la oscuridad que habla –una voz que se desliza entre los pliegues de la mente y del paisaje– y, desde allí, convoca otros temas que laten bajo la misma penumbra: el aislamiento extremo de quienes cambian la multitud por el estruendo del mar, el desequilibrio emocional y las fisuras de la percepción; los murmullos que el viento guarda como secretos mal enterrados.

Silvia Acevedo escribe con un registro distinto al temblor barroco de la literatura de terror argentina reciente: su prosa es contenida, casi clínica y, sin embargo, deja un resplandor ámbar en la página como la brasa que perdura cuando la fogata se apaga. Allí donde autores como Shirley Jackson exploran la paranoia doméstica o Mariana Enríquez la violencia de los cuerpos, Acevedo se detiene en el silencio posterior al grito; en la respiración que aún tiembla cuando los monstruos ya se han escondido.

Esta obra cuestiona certezas tan dispares como la seguridad del hogar, la línea que separa lo humano de lo animal y la fe ciega en la razón. Dialoga –sin proclamarlo– con los debates actuales sobre salud mental, feminicidio y ecoterrorismo: no los ilustra, los desgarra. Y, al hacerlo, nos regala una lectura que descoloca y reconfigura.

¿Qué frontera se desdibujará cuando los sueños descubran que pueden caminar a plena luz del día?

Tapa blanda con solapas

21 x 15 cm

102 páginas

ISBN 978-631-6618-41-2